miércoles, 2 de marzo de 2011

Cantas

Y a veces, hasta como una pera

Podría echar de menos la pequeña tormenta de desorden. Que la cafetera siempre tenga que estar a punto. La despensa llena de galletas improbables. Tus cosas esparcidas por el cuarto de baño. O los periódicos, periódicos, revistas, suplementos y periódicos.

Pero lo peor de todo, lo peor de cuando te vas, de cuando te sigues yendo, es el silencio.

Es el mayor vacío.

Cantas. No te das cuenta pero cantas. Night and day. What a little moonlight can do. Beethoven. Tarareas y mueves las manos. Y cantas con una sonrisa. Como si siguieras escondiéndote junto al árbol de luz para leer. Como si nadie te viera. Como si quisieras que nadie te viera.

Cantas. Y finjo música para no darme cuenta de que no estás.

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